Pomés calificó el proyecto de presupuestos como "continuísta y poco novedoso" y señaló que espera un déficit de más de 51.000 millones de pesetas.

La partida más significativa es la de presupuestos de personal, que supone un 18,7 por ciento del total.

Las inversiones reales aumentan en un 12,3 por ciento, lo que significa que la Administación navarra mantendrá el alto nivel inversor alcanzado en el período 1989/91.

Respecto al déficit, que seguramente será superior a 51.000 millones de pesetas, el consejero afirmó que está previsto financiarlo mediante 32.000 millones de pesetas de nuevo endeudamiento, 5.720 millones de deuda pública especial de Navarra, proveniente de los pagares del Estado y forales, y con el superavit de ejercicios anteriores, cifrado en unos 13.000 millones de pesetas.

Javier Pomés dijo que espera que las ciras de déficit no se cumplan en su totalidad por falta de ejecución del presupuesto, debido a que el proceso de su aprobación lleva bastante retraso.

En el transcurso de una rueda de prensa posterior, el consejero anunció que el Gobierno elabora un programa de convergencia hasta 1996 y confía en que en ese año los presupuestos generales de la comunidad foral generen un pequeño superavit.