Los beneficios sacados de España, que es el precio que debe pagar la economía española por financiarse con ahorro e inversiones externas, crecieron un 19,5 por ciento especto al mismo periodo de 1991.

De mantenerse esta tendencia, los beneficios repatriados superarán ampliamente a fin de año los dos billones de pesetas, lo que significa que el "negocio" realizado por el capital extranjero se habrá duplicado en sólo cuatro años, ya que en en 1989 sacaron de España 1,1 billones.

El fuerte incremento registrado es la consecuencia natural del aumento de las inversiones extranjeras y de las colocaciones cada vez mayores en títulos de deuda pública española, muy atrctiva por su altos tipos de interés.

A ello parece haberse añadido este año un aumento de los pagos realizados al extranjero en concepto de intereses por los créditos solicitados por las empresas con entidades financieras foráneas, un proceso estimulado por la liberalización de movimientos de capitales que entró en vigor el pasado 1 de febrero.

PESADA CARGA

La importancia de la carga que supone para la economía española el exceso de financiación exterior se pone de manifiesto si tenemos en cuena que la factura petrolera por las importaciones de crudo de todo un año se sitúan actualmente en torno a los 700.000 millones de pesetas.

Por otra parte, también los beneficios repatriados por los inversores españoles del extranjero aumentaron en el primer semestre del año, al situarse en 727.000 millones de pesetas, un 18 por ciento más que en los seis primeros meses del 91.

En consecuencia, la balanza de pagos e ingresos de beneficios entre España y el resto del mundo arrojó un déficit de 301.00 millones de pesetas, frente a los 244.700 millnones del periodo enero-junio del año pasado.

La evolución futura de esta balanza dependerá, en cierta medida, del efecto que produzca la liberalización de los cobros y pagos con el extranjero que entró en vigor el pasado 1 de febrero en las decisiones de empresas y particulares a la hora de solicitar un crédito.

El Ministerio de Economía, según fuentes de la Dirección General de Transacciones Exteriores consultadas por Servimedia, cree que no seráutilizado por una parte importante de los clientes de los bancos españoles.

En su opinión, lo más probable es que las familias y particulares, al igual que en otros países, continúen eligiendo su banco por razones de proximidad y confianza, sin arriesgarse a pedir créditos para los que es preciso también suscribir un seguro de riesgo contra las variaciones en el tipo de cambio de la moneda.