El contrato de estas plazas, con carácter residencial, entrará en vigor el próximo 1 de abril y finalizará el 31 de diciembre de 2007. El presupuesto asignado para los tres años de duración del acuerdo es de 940.000 euros.

Son los profesionales de los Centros de Atención a las Drogodependencias (CADs) de Madrid Salud, quienes seleccionan a las personas en función de su deterioro físico, social y psíquico, que ocuparán las diez plazas de un piso de apoyo. El objetivo de este programa es conseguir una normalización de los casos más graves y proseguir de cerca su tratamiento para lograr su total recuperación.

Los pisos residenciales de apoyo al tratamiento para drogodependientes sin hogar están supervisados por profesionales socio-sanitarios: un psicólogo, seis educadores, un diplomado universitario en Enfermería y un ayudante de cocina. Este equipo atenderá a los pacientes, repartidos en diversos horarios, las 24 hora del día a lo largo de todo el año.

El trabajo con los usuarios consiste en la recuperación de sus hábitos sociales, de higiene, de salud y alimenticios. También se potencian sus habilidades personales, ya que éstas puedes haber sufrido un fuerte deterioro por su drogodependencia.