En las conclusiones de su congreso, los capellanes de las cárceles españolas expresan susolidaridad con los presos que se han sentido "señalados injustamente como colectivo" por la opinión pública.

Los capellanes muestran su convencimiento de que "la gran mayoría de presos lamenta profundamente los hechos gravemente delictivos que hacen sufrir a las víctimas".

Asimismo, la asamblea denuncia el rechazo de los ciudadanos a la concesión de permisos penitenciarios, "que al tiempo parecen ignorar que la cárcel, siendo lugar de castigo y escarmiento, es rara vez una institución rehabilitaora".

Los clérigos penitenenciarios muestran también su preocupación por la prevista construcción de grandes establecimientos de reclusión y piden a la opinión pública que promueva su sustitución por centros especiales para drogadictos, enfermos de sida o patologías especiales.

Los congresistas hicieron, asismimso, un llamamiento al Parlamento para que apruebe cuanto antes un nuevo Código Penal que incluya más alternativas a la privación de libertad y contribuya eficazmente a la rehabilitación y einserción social de los internos.