El saldo de la balanza por cuenta corriente, que incluye los ingresos y pagos con el exterior por las exportaciones e importaciones de bienes y servicios, y por las rentas primaria y secundaria, se situó en un valor negativo de 1.300 millones de euros, frente a los 900 millones en positivo registrados en el mismo mes de 2020.

Por componentes, la balanza de bienes y servicios registró un déficit de 1.700 millones, frente al superávit de 600 millones de un año antes. Este descenso se debe principalmente a los bienes y servicios no turísticos, que en diciembre de 2021 registraron un déficit de 3.400 millones, frente al superávit de 500 millones del mismo mes de 2020, presentando tanto las exportaciones como, en mayor medida, las importaciones, elevadas tasas de crecimiento interanuales (20% y 34%, respectivamente).

El saldo de turismo, que compensó en parte la evolución del resto de bienes y servicios, aumentó hasta 1.700 millones en diciembre de 2021, frente a 100 millones de diciembre de 2020. Tanto los ingresos como los pagos por turismo aumentaron respecto al año anterior y continuaron aproximándose a los niveles pre-pandemia. En concreto, en diciembre de 2021 los ingresos se situaron en el 76% de los contabilizados en el mismo mes de 2019 y los pagos, en el 61%.

Las rentas primaria y secundaria registraron un superávit de 400 millones en diciembre de 2021, frente a 300 millones un año antes.

Por su parte, la cuenta de capital mostró un superávit de 2.400 millones (1.500 millones en diciembre de 2020) mm (1,5 mm en diciembre de 2020).

En lo que se refiere solo al mes de diciembre, la cuenta financiera excluyendo el Banco de España mostró un saldo de 24.600 millones de euros. La mayor contribución a este dato fue la de la otra inversión -que incluye, fundamentalmente, préstamos y depósitos-, que registró un saldo de 24.700 millones, concentrado en el sector de las Instituciones financieras monetarias, debido principalmente a un descenso de los pasivos de 20.900 millones.

La inversión directa -que incluye las transacciones entre empresas de un mismo grupo- registró un saldo de 4.300 millones, debido a una disminución de los pasivos de 18.400 millones superior a la de los activos, que fue de 14.100 millones. En sentido contrario, el saldo de la inversión de cartera -la que se materializa en valores negociables no incluidos en reservas ni en inversión directa- fue de -4.500 millones. Por su parte, los derivados financieros mostraron un saldo de 100 millones.

Finalmente, la cuenta financiera del Banco de España frente al exterior presentó un saldo neto negativo de 21.800 millones.