Estas declaraciones se producían minutos antes de que la Mesa de la Asamblea Regional admitiera a trámite la moción de censura del PSC-PSOE y acordara volver a reunirse el próximo lunes para fijar la fecha del pleno en que se debatirá la misma. Hormaechea insistió en que los socialistas no están en condiciones de gobernar una región donde se votó mayoritariamente al centro derecha. El jefe del Ejecutivo cántabro suscribe lo dicho ayer por el secretario general del PP, Francisco Alvarez Cascos, quien aseguró que gobernar con cuatro tránsfugas es un acto de "corrupción política".

El presidente cántabro hizo constantes alusiones a una encuesta, de la que no dió ficha técnica, según la cual el centro dereceha obtendría hoy los mismos resultads que en 1991 (sumando los votos de la UPCA y los del PP), por lo que sería una "inmoralidad" que gobernase la izquierda.

Según esa encuesta, Hormaechea es el más apreciado por los cántabros, seguido del `renovador' socialista Angel Duque, el secretario general del PSC-PSOE, Jaime Blanco, el líder del PRC, Miguel Angel Revilla, y el presidente regional del PP, José Luis Vallines.

Hormaechea tuvo duras palabras contra Jaime Blanco, de quien dijo "mantiene una postura arcaica", en relación a su adsripción `guerrista'. A juicio del presidente regional, "esta es la postura que trasluce todos los escándalos de corrupción socioeconómica que se ha producido en este país durante los últimos diez o doce años. Es la postura que se ha venido manteniendo por un sector del PSOE absolutamente impresentable".

El presidente cántabro explicó que no le preocupa estar en la oposición, si la moción prospera y anunció que su grupo parlamentario presentará un proyecto de ley para que se modifique el Estatuto de Auonomía y el Ejecutivo pueda disolver la Asamblea Regional y convocar elecciones.

En referencia su procesamiento, Hormaechea comentó que "si las circunstancias" se lo permiten, volverá a presentarse a las elecciones autonómicas.