Aunque la normalidad fue la tónica dominante durante las primeras horas del paro, algunos piquetes de trabajadores montaron barricadas en distintos lugares de la comunidad, especialmente en las granes poblaciones.

Sin embargo, los cortes de carretera y las actuaciones de los piquetes no tuvieron gran trascendencia, debido al gran despliegue policial realizado por la Delegación del Gobierno para prevenir incidentes.

Durante la noche, los piquetes colocaron barricadas en los accesos a los principales núcleos de población de Cantabria, como Santander, Torrelavega, Reinosa o Castro Urdiales. En la capital fueron selladas con silicona las puertas de algunos establecimientos y de sucursales bancaias.

Los incidentes más importantes tuvieron lugar en las cocheras del servicio municipal de transporte en Santander, donde cerca de 200 personas se concentraron para impedir la salida de los autobuses, por considerar abusivos los servicios mínimos impuestos por la Delegación del Gobierno.

Tras un breve enfrentamiento de los trabajadores con las fuerzas de orden público desplazadas a la zona, el Ayuntamiento decidió anular el servicio en su totalidad.

Asimismo, efectivos de la Guardia Civil antuvieron un forcejeo con algunos trabajadores que intentaron cortar la carretera Bilbao-Santander, a su paso por la localidad de Muriedas. Los integrantes de los piquetes lanzaron petardos a las fuerzas del orden, sin que se produjeran heridos.

Durante estos enfrentamiento, dos personas fueron retenidas e identificadas por la policía por lanzar petardos. Los agentes requisaron unos treintena artefactos pirotécnicos y varios botes de silicona.

Para las 5 de esta tarde está prevista una manifestaión que recorrerá las principales calles de Santander y a la que asistirán los secretarios generales de los dos sindicatos convocantes, UGT y CCOO, Nicolás Redondo y Antonio Gutiérrez, respectivamente.

A mediodía, miles de personas se manifestaron por las calles de Torrelavega, la segunda población de la comunidad por número de habitantes.