En declaraciones a Servimedia, Antich recordó que el PSOE había pedido ya en reiteradas ocasiones la dimisión de Cañellas por su vinculación en el caso del túnel de Sóller y atribuyó su abandono del escaño a un intento de desmarcarse de la próxima derrota del PP en Baleares.

A su juicio, el ex presidente balear pretende erigirse en la "voz de los muchos disconformes que hay en estos momentos en el PP respecto de las políticas que está empujado tanto el Gobierno como los dirigentes actuales" de esta formación política.

"Yo creo que esto, de alguna forma, va a servir para cohesionar esta disconformidad y va a multiplicar los muchos problemas que tiene el Partido Popular ahora en Mallorca y que viene teniendo últimamente en Ibiza y en menorca", añadió.

En cualquier caso, Antich dijo que la resolución de Cañellas acentúa la división dentro de su partido y vuelve mucho más débiles tanto al Gobierno balear como a la propia formación polítca.

"Esto debilita de forma importante al PP porque se le nota una división brutal que, sin duda, no ayuda a que se hagan propuestas serias y comedidas", concluyó el candidato socialista.