Cañellas, en un comunicado remitido a los medios informativos, rechaza la totalidad de la versión de su declaración ofrecida por los abogados de Izquierda Unida, que ejerce la acusación particular. Les acusa de ofrecer "manifestaciones distorsionadas que inducen al error", para añadir que "las actas serán fiel reflejo de quién dice la verdad y quién engña".

El ex mandatario autonómico señala en el comunicado que "de ninguna manera impliqué a la dirección nacional de Madrid pues lo único que dije es que el cargo de gerente regional lo nombra y paga Madrid pero a propuesta de la dirección regional".

Desde que se adjudicó el proyecto del Túnel de Sóller, en 1.988, hasta agosto del año pasado, ocupaba la secretaría general del PP balear -la gerencia- José Antonio Berastain, actual consejero de la Función Pública. Según Izquierda Unida, Cañellas se esvinculó de las finanzas del partido y responsabilizó de las mismas a Berastain "que temía poderes otorgados por Madrid", según la versión ofrecida por IU.

Cañellas asegura que "no diferí en absoluto de lo manifestado por Berastain (que declaró el día 4 de julio como imputado) en lo tocante de la organización administrativa del PP (...) no efectuando por tanto implicación alguna respecto a la persona de Berastain ni de ninguna otra".

El abogado de Berastain, Fernando Mateas, en declaraciones a Srvimedia, aseguró que "Cañellas corroboró la versión de mi cliente lo que pasa es que hay un planteamiento de los hechos y un planteamiento político", en referencia a los datos aportados por la acusación particular. Mateas afirmó que la delaración de Cañellas "no perjudica ni tenía por qué perjudicar a Berastain".