CANDANCHU. SERRA AFIRMA QUE LA PISTOLA DEL SARGENTO SE DISPARO "ACCIDENTALMENTE"

MADRID
SERVIMEDIA

El ministro de Defensa, Eduardo Serra, informó hoy en el Congreso que la pistola con la que el sargento primero Juan Carlos Miraveteapuntó al cabo Samuel Ferrer Caja se disparó "accidentalmente". Así se desprende del informe elaborado por el teniente Julio Fernández Casamayor, en el que se basó hoy la comparecencia del ministro en la Cámara Baja para explicar los sucesos en el cuartel de Candanchú.

Serra confirmó asimismo la decisión de cesar en su puesto a Manuel Lozano, coronel director de la Escuela Militar de Alta Montaña y Operaciones Especiales (EMMOE) desde 1994, de la que depende la Compañía de Esquiadores-Escaladores (CEE de Candanchú, también llamada 'Legión Blanca'.

RELATO DE LOS HECHOS

El informe elaborado por el Ministerio de Defensa subraya que el sargento Miravete tomó alcohol de diferente gradación en diversos momentos de la noche antes de producirse el suceso, empezando por la ingestión de vino blanco en compañía de los soldados de la unidad.

Posteriormente, Miravete cenó en compañía del sargento primero Luis del Rio Gutiérrez, comandante de la guardia de seguridad del campamento, y de un teniente del Eército de Nicaragua que se encontraba allí alojado. Durante la cena, según el informe, "bebieron vino en cantidad no calculada".

Una vez finalizada la cena, Miravete pasó al 'Hogar del Soldado' para ver un video sobre un curso de montaña "durante cuya proyección consumió patxarán". Sobre las 23,00 horas autorizó a los soldados a ver otra película de video "mientras que continuó bebiendo patxarán".

Pasado cierto tiempo, detalla el informe, comenzó a contar a los soldados anécdotas de su supuesta atividad como mercenario en Sudáfrica, "continuando la consumición de patxarán". A las 23,30 horas decidió cambiar la película por otra de contenido bélico. Con esta nueva película el sargento "se fue enardeciendo progresivamente y comenzó a mostrar a los soldados determinadas técnicas de defensa personal y habilidades físicas".

El informe que explicó Serra detalla que el sargento entregó su arma reglamentaria, que previamente había descargado, al cabo Samuel Ferrer Caja, "que en un momento determinadointrodujo de nuevo el cargador en la pistola y alimentó el arma, indicándole el sargento primero Miravete que disparase a lo cual el citado cabo se negó".

A continuación, el sargento Miravete "cogió la pistola al cabo Ferrer y la guardó en su pistolera. Posteriormente volvió a sacar la pistola, la cual se disparó accidentalmente alcanzado en el pecho al cabo Ferrer".

Tras el suceso, el sargento primero Del Río procedió a confinar al sargento Miravete a pesar del estado de grave excitación en que e encontraba éste. Con anterioridad a su confinamiento el sargento Miravete había arrojado el casquillo del cartucho y tirado al retrete de los servicios del 'Hogar del Soldado', según refleja el informe de Defensa.

ANTECEDENTES

Juan Carlos Miravete ya fue condenado en 1985 a un año de prisión menor con las accesorias de suspensión de todo cargo público, profesión, oficio y derecho de sufragio durante el tiempo de la condena y con el efecto especial de suspensión de empleo por un delito de imprudenca temeraria con resultado de muerte de un suboficial.

Según se reflejó en aquella sentencia condenatoria, los hechos se habían producido después de que Miravete hubiera ingerido bebidas alcohólicas y tras manipular el arma que portaba "con ánimo de bromear tuvo lugar inadvertidamente un disparo que causó la muerte al sargento José Luis González Bueno, que se encontraba junto a él en la residencia de suboficiales del Regimiento de Cazadores de Alta Montaña 'Galicia 64'".

Precisamente, Serra admiti que Miravete "ha tenido problemas" en otras ocasiones por la ingestión de bebidas alcohólicas, que incluso le han acarreado en los últimos catorce años más de un correctivo disciplinario.

En este sentido, el Ministerio de Defensa, anunció Serra, ha abierto una investigación para comprobar por qué estas circunstancias no aparecen reflejadas en el expediente personal de Miravete ni en sus informes reglamentarios de calificación.

Reconoció que la Ley de Régimen Disciplinario Militar actual dispone ue, en virtud de la calidad de las infracciones, transcurrido un lapso de tiempo, deben no sólo cancelarse, sino destruirse, lo que ocurrió en el caso de Miravete.

(SERVIMEDIA)
23 Abr 1997
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