Una enzima llamada telomerasa es uno de los factores responsables de proteger las células cancerígenas del proceso natural de envejecimiento. El equipo de expertos británicos afira haber desarrollado la manera de desconectar la acción de esta enzima.

Generalmente, las células viejas o las dañadas reciben mensajes químicos para evitar que se dividan y que se destruyan, y de esta forma prevenir cualquier mutación y el crecimiento de los tumores. Sin embargo, las células cancerígenas suelen ignorar esos mensajes y continúan multiplicándose indefinidamente fuera de control.

En las pruebas de laboratorio los grupos de genes sanos que transportaban cromosomas se transferían a ls tejidos de tumores de pecho, para averiguar qué combinación podría potencialmente frenar el gen que produce la telomerasa.

"Hemos identificado el cromosoma 3 como el grupo específico de genes que tienen la capacidad de frenar la producción de telomerasa en el cáncer de mama", explicó el profesor Robert Newbold a la cadena británica.

De esta forma, mediante la introducción de una copia normal del cromosoma 3 en las células cancerígenas, éstas continúan con su proceso normal de envejecimiento y meren.