Así lo afirmó hoy el concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Arona (Tenerife), Antonio Sosa, durante su participación en "AguaForum", el espacio de debate sobre los océanos del "AguavivaCanarias 2008".

Sosa relató que en Canarias se ha pasado de verter basura en barrancos, caminos y en el mar, que generaban una gran contaminación de los suelos y las aguas, a trasladarla a las Planta Insular de Residuos Sólidos (PIRS).

A renglón seguido, el edil de Arona dijo que el PIRS de Tenerife, situado en el municipio de Arico, está casi al límite de su capacidad y añadió que, desde su creación en la década de los 80, ha almacenado y tratado 15.000 millones de toneladas de basura.

Sosa también comentó que el reciclaje en Canarias todavía es muy incipiente y que sólo existe una planta de reciclaje de vidrio en la isla de Gran Canaria.

Ademas, este concejal de Arona lamentó la poca concienciación de la población Canaria a la hora de separar los distintos tipo de basura para su reciclaje, lo que sitúa al archipiélago en la penúltima comunidad autónoma en este tipo de iniciativa ciudadana a nivel del Estado.

"El reciclaje se esta convirtiendo en una necesidad de supervivencia, si no reciclamos la basura nos va a comer, porque no vamos a tener donde ponerla", sentenció.

Por ello, Sosa abogó por emprender medidas de sensibilización para lograr que los canarios separen el vidrio, el cartón y la basura orgánica, a fin de que se pueda reciclar.

Para ello, gran parte de la basura reciclable recogida en las islas se traslada a la península para su reciclaje, iniciativa que el Ejecutivo canario quiere potenciar, debido a la escasez de superficie en las islas para crear nuevas plantas de tratamiento de basura.

Sosa concluyó que aunque el traslado de la basura reciclable a la península tiene un elevado coste económico, subrayó el beneficio y la rentabilidad medio ambiental que supone para el archipiélago.