Actualmente, el paquete de Canal Satélite comprendía Cinemanía, Cine Classics, Documanía y Minimax. Los dos primeros programas películas, el tercero documentales y el último emisiones infantiles.

Para las emisiones de los grandes eventos, que serán sin codificar, se empleará el canal 36 de Astra, en que utiliza Minimax, en la franja nocurna, ya que a partir de las nueve de la noche la audiencia infantil disminuye considerablemente.

La oferta deportiva se inaugurará el próximo viernes día 11, con la transmisión en exclusiva para España de los 32 torneos de tenis de primera categoría en los que participan jugadores españoles.

"En la parrilla de Canal+ ya no cabían más deportes", explicó Pío Cabanillas, máximo responsable de Canal Satélite, "puesto que la oferta principal es el cine y el fútbol, y creíamos que los aficionados al tnis y otras competiciones estaban desabastecidos".

Las emisiones se realizarán en los fines de semana. Los viernes se programarán los cuartos de final, los sábados las semifinales y los domingos las finales de 17 torneos de la ATP (masculina) y 15 de la WTA (femenina).

Además de eventos deportivos, está previsto programar conciertos y otros sucesos culturales sin una periodicidad fija. Entre otras cosas, están negociando con varias discográficas para cubrir las galas veraniegas de artistas españoes.

ELEGIR ENTRE SATELITES

"En estos momentos existe un parque de 712.000 antenas parabólicas en España que están orientadas al satélite Astra, pero si contamos los hogares que reciben esas emisiones a través de red de cable y los que tienen antena parabólica, la cifra sube a 1.200.000 aproximadamente", señaló Cabanillas.

En estas circunstancias, se plantea el problema de que los espectadores que tienen su parábola orientada hacia Astra, cuando entren en funcionamiento los cinco canales en espaol de Hispasat, se encontrarán con el dilema de elegir entre orientarla hacia uno u otro.

Según Cabanillas, la solución a este problema depende en buena medida de la implantación de las redes de cable, que aún no están legisladas, que permitirán recibir en casa las emisiones sin necesidad de tener una parabóloca propia.

De esta manera, una empresa puede tener dos o más antenas orientadas hacia los distintos satélites y luego distribuir la señal a los abonados. Otra opción, más cara y complicada, ería que el espectador tenga una antena con motor y la oriente en una u otra dirección en cada momento.