Según fuentes de la cadena privada, con anterioridad a la presentación de estas demandas se habían dirigido por carta a los titulares de los establecimients, recordándoles que el contrato de abono sólo permite el uso del descodificador en el domicilio familiar.

El pasado mes de septiembre, Canal+ emprendió acciones legales similares a las de ahora contra tres bares de Madrid, y está remitiendo cartas a todos los locales donde existe constancia de la utilización irregular del citado descodificador.

En las notificaciones se advierte a los titulares del abono que, en caso de que persistan en su actitud, Canal+ presentará las consiguientes denuncias e niciará otro tipo de reclamaciones.

Dado que Canal+ emite en exclusiva películas recientes y los domingos ofrece partidos de fútbol en directo, muchos bares se abonan a este servicio para poder utilizar esas imágenes como atracción para los clientes.

Sin embargo, se da la circunstancia de que las distribuidoras permiten la programación de los largometrajes en Canal+ un año antes que en el resto de las televisiones a condición de que el consumo sea únicamente doméstico, y lo mismo ocurre con el fúbol.

La cadena privada señala que, según los términos del contrato, la emisión de la programación codificada de Canal+ en locales públicos constituye una infracción de la Ley de la Propiedad Intelectual, que en el Código Penal se castiga con penas de hasta seis meses de cárcel.