Así se puso de manifiesto durante los actos conmemorativos del "Día del Museo" que se celebró ayer sábado, tal como viene ocurriendo en los últimos ocho años, y que sus responsables intentan convertir en lazo de unión entre el centro y s entorno social.

Hasta la fecha, unos 1.600 ciegos han acudido al museo en el marco de este programa, en el que han colaborado la ONCE y el propio centro. El lema escogido era especialmente explicativo de las intenciones de sus promotores: "Se ruega tocar".

Así, este colectivo de personas, que no pueden contemplar visualmente la historia repartida en las amplias salas de este edificio, ha tenido ocasión de disfrutarla sirviéndose de sus manos como único sistema de conocimiento.

Pilar Caldera que ha sido la coordinadora de esta campaña para invidentes, afirmó que se puede hablar de un rotundo éxito, a juzgar por las impresiones expresadas por los visitantes, que están viniendo de todas las delegaciones territoriales de la ONCE.

Particularmente positiva ha sido la experiencia con niños invidentes que estudian cursos de EGB, que según la conservadora, "se han interesado por las mismas piezas y hecho las mismas preguntas que los niños videntes".

Entre los adultos, destaca una señora quese está quedando ciega y que eligió esta visita como una de sus últimas vivencias visuales. "Es escritora y nos ha prometido que elaborará una novela corta sobre la muestra, que piensa publicar".

Esta campaña de invidentes terminará el próximo 13 de diciembre, festividad de Santa Lucía, patrona de los invidentes, con una ceremonia de clausura en la que se incluirá una reperesentación de teatro.