Esta opinión es, no obstante, minoritaria en la cúpula del partido, que apuesta por responder al PSOE adecuadamene para no darle tregua de cara a las elecciones generales de marzo.

Un alto cargo del Ejecutivo consultado por Servimedia recuerda que la mayoría de los siete millones de jubilados, potenciales destinatarios del mensaje, ven "electoralista" cualquier polémica PP-PSOE en materia de pensiones, a tenor de las últimas encuestas.

Partiendo de esa premisa y de que los sondeos de opinión cuestionan que Almunia represente renovación, prosiguió esta fuente, sólo se va a conseguir convertirle en adversarioreal.

Otra fuente consultada por esta agencia cree que la campaña debería haber sido institucional, aun a riesgo de críticas socialistas por usar dinero público para fines partidistas. "Si se hace en tono institucional, positivo", añadió esta fuente, "sirve de recordatorio de lo hecho en estos tres años, pero cuando se entra en la comparación, al final se logra una bipolarización que resulta negativa".

En parte, esta es la teoría que llevó a la Dirección Nacional del PP a rechazar en 1996 un debae electoral en TV entre José María Aznar y Felipe González. Entonces se estimó que el hoy presidente del Gobierno ya era "caballo ganador" contra su adversario y que un debate de esas características sólo beneficiaba a González.

Estos sectores tampoco entienden por qué la campaña se lanzó el miércoles, sólo dos días después del debate a la totalidad del proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado para el año 2000. Rodrigo Rato, dijeron estas fuentes, venció claramente a Almunia, porque "los nmeros cantan" y es difícil hacer oposición en esas condiciones.