Repsol, British Petroleum, Cepsa y las demás petroleras intentaron mantener el suministro a todas las estaciones de servicio del País Vasco mediante convoyes conjuntos que en el País Vasco circularon escoltados por la Ertzaintza y en los demás casos protegidos por la Guardia Civil.

Un portavoz de Repsol indicó que los convoyes "están suministrando, aunque con lentitud, a las gasolineas que se quedan sin carburante", si bien reconoció que la repercusión del paro en las provincias señaladas ha hecho que incluso algunas estaciones de servicio han tenido que cerrar transitoriamente porque las colas de automovilistas han cargado las gasolinas en sus depósitos rápidamente.