Según aseguraron a Servimedia fuentes del sector, el Ministerio de Fomento quiere poner en marcha de nuevo la concesión de tarjetas de transporte, ahora pralizada, para facilitar las fusiones entre empresas y permitir el crecimiento de las sociedades más dinámicas.

En concreto, se daría una nueva tarjeta de transporte por cada una antigua que tuvieran las empresas que participen en una fusión, pero estas tarjetas nuevas tendrían el caracter de personales e intransferibles, es decir, no se darían a los vehículos sino a los propios camioneros o sociedades.

Además, se permitiría que nuevos transportistas se incorporen a la profesión, pero tendrían qu adquirir dos vehículos al menos para ello y recibirían también tarjetas nuevas, para que si posteriormente abandonan la actividad no suponga un incremento descontrolado de las licencias de transporte. Las grandes empresas también podrían solicitar nuevas tarjetas, aunque en las mismas condiciones.

Las negociaciones también se centran en determinar la aportación presupuestaria para abandono de actividad. Fomento ha propuesto cantidades ligeramente superiores a las pagadas en el anterior plan de abandoo (1993-95), que se aplicarán para camioneros mayores de 60.

En ese plan, se pagó en torno a los dos millones en el momento del abandono y unas 650.000 pesetas cada seis meses hasta cumplir los 65. En cualquier caso, la cantidad a recibir será superior cuanto más edad tenga el transportista.

Frente a estos avances, sigue sin constituirse el grupo que estudie las enfermedades profesionales de los camioneros, para que sean reconocidas a la hora de determinar los seguros sociales.