Cascos realizó estas declaraciones en la base naval de Rota (Cádiz), poco después de dar la bienvenida al buque "Galicia" y su tripulación, que regresó hoy de Centroamérica donde ha repartido ayuda humanitaria a los países afectados por el huracán Mitch.

El vicepresidente rechazó que se pueda hablar de crisis en el Gobierno, máxime en un momento en el que las encuestas le dan al PP una amplia ventaja sobre el PSOE, si bien subraó que "aceptaré, respaldaré y aplaudiré las decisiones que tome el presidente del Gobierno en el momento que considere oportuno".

Destacó no obstante que, a Aznar, "sólo le he oído referirse con claridad al nombramiento que va a adoptar desde que se anunció mi sucesión en la secretaría general del PP", pero precisó que "nunca he escuchado al presidente ni un solo comentario que permita albergar las especulaciones últimas".

Continuando con la comparación deportiva y sobre su futuro en el PP reiter su disposición a trabajar hasta como "balonero", o estar en "el banquillo de los suplentes" y apuntó sobre su situación en la vicepresidencia del Gobierno que tampoco éste es un trabajo para toda la vida.

ETA: DIALOGO DIFICIL

Cascos habló también de la posición del Francia de no acercar presos de ETA y aseguró que "cada país decide su política penitenciaria en función de las circunstancias que concurren en su ámbito, y por lo tanto sus decisiones son respetadas y respetables".

Frente a la posiilidad de que en ETA pueda retomar la lucha armada, a la vista de los últimos hechos de violencia callejera, comentó que "el Gobierno mantiene la voluntad de diálogo, ha dicho en qué condiciones y, desde entonces, ETA no ha nombrado interlocutores y así es muy difícil hacer un diálogo".

Por último, sobre la negativa de los partidos firmantes del Pacto de Estella a condenar la violencia callejera, aseguró que no puede concebir que "los partidos democráticos no condenen la violencia".