El padre del Rey pasó toda la jornada ligeramente sedado, descansando y tranquilo, rodeado de toda su familia, que se trasladó a la capital navarra para celebrar la festividad de San José, Día del Padre.

Todos sus nietos, excepto Juan, uno de los hijos de la duquesa de Badajoz, viajaron hoy a Pamplona para acompañar a su abuelo durante unas horas. A las 6,15 de la tarde, los nueve nietos del conde de Barcelona abandonaron la Clínica Universitaria y se dirigieron al aeropuerto de Noáin en dos vehículos, uno de ellos conducido por el príncipe Felipe.

El Príncipe de Asturias, la infanta Elena y sus primos Simoneta, Beltrán, Bruno y Fernando, hijos de la duquesa de Badajoz, y Alfonso y María, hijos de los duques de Soria, regresaron a Madrid en un avión de las Fuerzas Aéreas Españolas.

Los nietos de don Juan, que llegaron a Pamplona a la na del mediodía, asistieron a una misa que se celebró en la habitación 601 de la clínica, en la que su abuelo permanece ingresado desde hace seis meses, y posteriormente comieron en compañía del resto de la Familia Real en el Hotel Blanca de Navarra.

Los Reyes, las infantas Pilar y Margarita, el marido de ésta, el doctor Carlos Zurita, y los nueve nietos del conde de Barcelona, de edades comprendidas entre 18 y 29 años, recorrieron a pie los cien metros de distancia entre la Clínica Universitaria y elhotel.

Durante el breve paseo fueron muy aplaudidos por el público, que en número superior al de otros días, dado el carácter festivo de la jornada, se congregó en las inmediaciones del centro sanitario para ver de cerca a la Familia Real.

Tras el almuerzo, el rey don Juan Carlos y su hermana la infanta Pilar realizaron una visita privada a unos amigos de la capital navarra y posteriormente regresaron al centro sanitario.