El padre del Rey permanece estable dentro de la gravedad, con sus constantes vitales normalizadas desde que en la noche del sábado al domingo lograra superar una bradicardia (descenso del pulo cardíaco). Don Juan está ligeramente sedado y pasa la mayor parte del tiempo dormido, aunque responde a los estímulos externos.

El rey don Juan Carlos, que ayer a las diez y media de la mañana se trasladó a Madrid para atender los asuntos que dejó aplazados durante toda la semana pasada, permanece puntualmente informado de la situación de su padre por los médicos que le atienden.

La directora de comunicación de la Casa Real, Asunción Valdés, informó anoche que, de momento, no hay novedades respcto a nuevos desplazamientos de miemmbros de la Familia Real a Pamplona y precisó que los Reyes regresarán a la capital navarra "cuando se estime oportuno".

La ausencia de variaciones en el estado de salud de don Juan hizo que anoche, por primera vez en una semana, no se emitiera un parte médico y la portavoz de La Zarzuela se remitió al informe difundido a la una del mediodía, que informaba sobre la estabilización del paciente y la normalidad de sus constantes vitales.