Así lo explicó en rueda de prensa el presidente de CEAR, Ignacio Díaz de Aguilar, durante la presentación del IV informe anual sobre la situación de los refugiados en España, coincidiendo con el Día Mundial del Refugiado.

Indicó que, según datos de la ONU, el 60% de los movimientos migratorios los genera el cambio climático, al tiempo que resaltó que con la tendencia a la desertización se incrementará este tipo de refugiados, que no deben ser considerados como inmigrantes "puramente económicos".

En este sentido, en el informe se analiza la necesidad de otorgar la protección internacional que brinda la Convención de Ginebra a los llamados "refugiados medioambientales". También se señala como nueva figura a los indígenas.

Asimismo, el presidente de CEAR destacó la necesidad de cambiar el actual sistema de concesión de asilo, ya que "es insuficiente" y "no refleja la situación actual en el mundo". "De las casi 800.000 personas que vinieron el año pasado a España, sólo 201 han obtenido el estatuto de refugiado, lo que muestra que algo no funciona", aseveró. EXTERNALIZACIÓN DE LAS FRONTERAS

Díaz de Aguilar alertó de que las restrictivas políticas migratorias de los países europeos y los acuerdos para frenar la inmigración ilegal, como el de España con Marruecos, están provocando que la salida se desplace a otros países comoMauritania y Senegal, "donde se está colocando la frontera española".

A su juicio, las consecuencias de esta externalización de las fronteras "son una mayor desprotección de los inmigrantes y refugiados, y supone una menor llegada de solicitantes de asilo porque cada vez es más difícil alcanzar nuestro país".

Así, el informe 2005 de CEAR revela que el número de peticiones de asilo en España descendió en 2005, cuando se presentaron 5.254, frente a las 5.404 de 2004, las 5.793 en 2003, 6.201 en 2002 y 9.490 en 2001.

Del total de solicitudes, el 42,93% fueron admitidas a trámite y, de ellas, sólo el 4,12% (201) logró el estatuto de refugiado, mientras que a un 2,65% se les otorgó protección complementaria.

CEUTA Y MELILLA

Por su lado, Mauricio Valiente, jefe de los Servicios Jurídicos de CEAR y coordinador del informe, destacó que, a pesar de los datos negativos, en 2005 se asistió a "importantes avances" en el reconocimiento de nuevas situaciones de persecución y citó como ejemplo el primer caso de reconocimiento de refugiada a una mujer por violencia doméstica.

Sin embargo, criticó lo ocurrido en la fronteras hispano-marroquí de Ceuta y Melilla ante las avalanchas de subsaharianos. Estos sucesos han supuesto la "mayor crisis humanitaria y referente al derecho de asilo que hemos vivido", sentenció, por lo que reclamó a las administraciones implicadas una investigación para aclarar qué sucedió y evitar que vuelvaa acontecer.

Por último, dijo que la anunciada nueva ley de asilo tiene que adaptarse a las nuevas realidades, pero también garantizarun conjunto de mecanismos que posibiliten el acceso al procedimiento. Por ello, CEAR demanda que se mantenga la solicitud por vía diplomática; la urgencia de que España asuma un cupo de refugiados en los programas de reasentamiento que gestiona el ACNUR; y exige que la ley garantice el acceso de la asistencia letrada en todos los centros de internamiento.