En una entrevista concedida a Servimedia, Escribano relató que aterrizó en el Congreso de los Diputados hace 25 años, tras haber trabajado como camarero en Suiza. "Estaba recién casado, mi mujer y yo habíamos comprado un piso y lo que queríamos era estar aquí, en España", explicó.

Lo primero que hizo al llegar al Congreso de los Diputados fue, por orden del maitre, servir "nada más y nada menos" que al entonces presidente de la Cámara Baja, Gregorio Peces-Barba, en un salón privado de la Cámara Baja. No recuerda qué le llevó, pero sí que no estaba nervioso.

Recuerda en especial lo mucho que le gustó el Congreso de los Diputados cuando pisó su suelo por primera vez. "Pensé que iba a trabajar en un palacio", dijo este malagueño de 61 años, que ha servido cafés a los presidentes del Gobierno, Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero.

Del actual presidente del Gobierno, señaló que le conoció cuando sólo era un diputado socialista. "No era muy dicharechero", dijo.

Pero quien más le ha marcado, asegura, es Adolfo Suárez, que fue diputado hasta el 29 de octubre de 1991. "Era un señor educadísimo, correctísimo y muy amable con todos nosotros", señaló.

AMIGO MARÍN

Especial cariño profesa al ex presidente del Congreso de los Diputados Manuel Marín, a quien otorga el título de "amigo". "Cuando se marchó me dijo que tuviera mucha suerte en la vida, que me lo merecía, y yo a él le deseé lo mismo", rememoró.

De las innumerables visitas institucionales que ha habido en el Congreso de los Diputados recuerda en especial las de la reina Isabel de Inglaterra, la de Rania de Jordania o la de la primera ministra británica, Margaret Thatcher.

De todos los diputados que ha conocido, Eduardo Zaplana, del Partido Popular, es el político con el carácter más serio con el que se ha topado, mientras que Juan Barranco, del Partido Socialista, es el que le ha resultado más cercano.

Pero el mejor recuerdo que este veterano camarero se lleva en la maleta de la memoria es el cariño que a lo largo de todos estos años le han profesado sus compañeros de trabajo.