Su informe de coyuntura del segundo semestre de 1991, al que tuvo acceso ervimedia, preve que el PIB crecerá este año un 2,5 por ciento y augura para el año que viene "un repunte del consumo privado y una cierta recuperación de la inversión en bienes de equipo y construcción".

Entiende, no obstante, que la inversión puede chocar con las restricciones presupuestarias en materia de infraestructuras y el consumo familiar con el elevado nivel de endeudamiento de los particulares.

Entre los problemas de la economía, el Consejo Superior de Cámaras destaca la persistencia dela inflación que, a su juicio, "está erosionando continuamente la competitividad de nuestros bienes y servicios y puede estar, incluso, propiciando una terciarización de nuestra economía (en detrimento de la industria) más rápida de la que el normal desarrollo podría originar".

Por otra parte, el informe subraya que la economía española no cumple actualmente la mayoría de las condiciones de convergencia exigidas para acceder a la tercera fase de la unión económica y monetaria de la CE y asegura que, anque las diferencias no son muy grandes, su reducción "parece costosa".

Prevé, en consecuencia, que el Gobierno aplicará una política económica "rigurosa", pese a lo cual estima que a lo largo de 1992 se producirá un descenso en el precio del dinero fijado por el Banco de España.

Finalmente, el informe señala que, para seguir creciendo por encima de la media comunitaria, es necesario un crecimiento moderado de las rentas y la desregulación de los mercados "que aún permanecen cautivos y donde los recios registran avances sensiblemente más elevados que en el conjunto nacional".