Tal y como está planteado ahora el texto, queda prohibido fumar en bares y restaurantes con menos de 100 metros cuadrados, por lo que los comerciantes piden que se establezca un régimen especial en relación con los establecimientos dedicados a banquetes u otras celebraciones análogas, al considerarse que este tipo de actos son de naturaleza privada.

Las Cámaras aseguran que las celebraciones de banquetes y actos similares son acontecimientos privados "y, en consecuencia, deberían verse excluidos del ámbito de aplicación de esta norma".

Por otra parte, piden a los senadores que introduzcan otra enmienda que permita a bares, restaurantes y quioscos vender cigarrillos "en mano" y no a través de una máquina expendedora, como establece el texto, por existir establecimientos que por falta de espacio no podrían hacer frente a la instalación de una de estas máquinas.

El proyecto de ley autoriza la venta directa de tabaco en estancos y el suministro de cigarrillos en otros establecimientos autorizados como bares y quioscos, pero sólo mediante una máquina expendedora.