Esta pauta de crecimiento, que se mantiene desde principios de los años ochenta, fue puesta de manifiesto hoy por el presidente de las Cámaras de Comercio e Industria, Guillermo de la Dehesa, al presentar el informe económico anual de 1991 elaborado por estas istituciones.

De la Dehesa advirtió que, de continuar este desigual crecimiento por regiones, será necesario asignar más ayudas estatales y de los fondos estructurales de la comunidad para ayudar a las comunidades menos dinámicas a ponerse a la altura de las demás.

Sólo cinco comunidades tuvieron un crecimiento de su PIB superior a la media nacional del 2,5 por ciento, que fueron Cataluña, Valencia, Murcia, Navarra y Extremadura. Por debajo quedaron las dos Castillas, Galicia, Asturias, Baleares yCanarias. En torno al promedio se situaron las demás.

Las dos Castillas resultaron muy afectadas por el mal año agrícola, que se tradujo en un descenso del 2,3 por ciento en la producción de este sector, mientras que los dos archipiélagos acusaron los efectos del retraimiento turístico provocado por la guerra del Golfo.

Galicia, según el informe de las cámaras, presenta una "estructura industrial endeble y muy dependiente de la tutela del Estado", además de verse negativamente afectada por "un ejrcicio pesquero negativo ante las dificultades para encontrar caladeros".

Tanto en Galicia como en las dos Castillas la Política Agrícola Comunitaria "está siendo especialmente desfavorable". Además, en los próximos años se seguirán enfrentando "a un rápido proceso de transformación de sus estructuras productivas, mientras que se encuentran alejadas de los territorios que pueden verse más favorecidos por la creación de la unión económica y monetaria".

Asimismo, la "escasa competitividad internaional" mostrada por la indutria básica ha provocado una ralentización del crecimiento en las regiones donde está más concentrada, las de la cornisa cantábrica.

Por contra, las comunidades del arco mediterráneo y del valle del Ebro (Navarra, La Rioja, Aragón, Cataluña, Valencia y Murcia), además de Madrid, disponen de "mejores comunicaciones, ofrecen un entramado industrial compensado -con numerosas empresas de pequeña y mediana dimensión que destacan por su dinamismo y flexibilidad-, una mano de obra ualificada y un asentamiento poblacional muy equilibrado".

ENGANCHARSE A LA UEM

Por esa razón, este grupo de regiones, a juicio de los expertos de las cámaras, "son las que presentan las mejores condiciones para sacar el máximo provecho de la Unión Económica y Monetaria Europea (UEM)".

En opinión de las cámaras, para aprovechar las posibilidades de desarrollo de la UEM será necesario "disponer de fondos suficientes para corregir nuestro retraso estructural así como articular un plan de ordenacin territorial a largo plazo, de carácter global, en el que se deben comprometer las distintas administraciones y los propios agentes económicos y sociales".

En las comunidades peor situadas, es necesario mejora la formación profesional y y desarrollar "una activa cultura empresarial". En las más favorecidas, debería potenciarse las infraestructuras de comunicación, las iniciativas tecnológicas y la mejora del medio ambiente.