Según indicó la Cámara de España, “la guerra en Ucrania ha cambiado de manera radical el panorama económico”, de forma que el menor crecimiento económico se deberá a la incidencia de la alta tasa de inflación sobre el consumo de los hogares y la inversión de las empresas y a que el sector exterior se verá afectado por el menor crecimiento de los países europeos y la interrupción del comercio internacional con Rusia y Ucrania.

En concreto, la Cámara de España estima que la inflación media este año se situará en el 6,7%, con una tasa subyacente del 3,4%, por lo que “esta fuerte subida de los precios mermará de manera significativa la capacidad de gasto de las familias”.

Así, la Cámara rebaja a la mitad, del 4% al 2%, su estimación de la tasa de crecimiento del consumo privado, mientras que “el aumento de los costes a los que deben hacer frente las empresas, y muy particularmente los energéticos, incidirá también en la inversión empresarial”.

Por lo que se refiere a la inversión en bienes de equipo, la entidad mantiene su previsión en el 10,6%, cuando en 2021 la formación bruta en bienes de equipo creció un 15,2%. En cuanto a la construcción, rebaja su previsión del 6,2% al 1,2%, ya que “las expectativas de un cambio de signo en la política monetaria y la menor renta disponible de las familias anticipa una menor demanda de hipotecas”, además de verse impactado “por el incremento de los costes de los materiales de construcción”.

En cuanto al sector exterior, la Cámara de España estima que las exportaciones “apenas se verán afectadas”, ya que el comercio con Rusia y Ucrania “es poco significativo”. Sin embargo, sí advierte que “el impacto será mayor en las importaciones en rúbricas como el petróleo, el gas y los cereales”.

“Esta situación económica más adversa se traducirá en un crecimiento del empleo también inferior a lo esperado”, señaló la Cámara, que prevé que la ocupación aumente un 3,2% en lugar del 4,9% inicialmente estimado, lo que se traducirá en la creación de unos 600.000 nuevos puestos de trabajo en 2022.

Por último, la Cámara de España apuntó que la incidencia que este nuevo panorama económico tendrá en las cuentas públicas “está todavía por determinar hasta conocer las medidas fiscales que el Gobierno pueda tomar para amortiguar la subida de los precios energéticos” y que, de momento, el efecto de la inflación podría traducirse en una rebaja del déficit en términos nominales.