La recuperación de la inversión exige también, a juicio de la Cámara, contener los costes fiscales (impuestos y cuotas de la Seguridad Social) y laborales.

Para la Cámara, "cualquier nueva elevación de la presión fiscal o de los salarios, si ésta se sitúa por encima de la productividad, tendrá efectos muy negativos sobre la inversión".

Otra medida propuesta por la institución cameral para fomentar la inversión es educir los impuestos sobre la renta y el capital y paralelamente disminuir la rentabilidad de la deuda pública que le hace la competencia.

En opinión de la Cámara, "fomentar la inversión es un objetivo nacional" imprescindible para garantizar el crecimiento económico y "la reducción de la brecha de desarrollo existente entre nuestro país y las economías de su entorno".

La institución madrileña asegura que la inversión "presenta tasas negativas en la tendencia de los últimos meses". Todo indica, asu juicio, que la formación bruta de capital fijo crecerá este año sólo un 4,4 por cien, "incremento que no se producía desde 1985 y que puede ser aún menor en 1991, si los salarios nominales mantienen su actual ritmo de crecimiento".