En l catálogo figuran aquellos árboles de características extraordinarias que, por su rareza, excelencia de porte, edad, tamaño o significación histórica, cultural o científica, constituyen un patrimonio para la Comunidad de Madrid.

En esta relación se encuentran, entre otros, el Plátano de Aranjuez, localizado en los Jardines del Príncipe, cuya altura es de 42 metros; el Quejigo de Buenamesón, en el término municipal de Villamanrique del Tajo, conocido desde tiempos de Doña Urraca, según los lugareños,el Ahuehuete del Parterre del Retiro, de 27 metros de altura, y considerado como el árbol más viejo del parque.

Otras plantas recogidas en el compendio son la Secuoya de la Casita del Príncipe, ejemplar milenario que puede sobrepasar los 100 metros de altura en sus lugares de origen (Sierra Nevada, California), y la Encina de Ambite, árbol ibérico por naturaleza, muy abundante en la Comunidad de Madrid.

Dicha encina es en la actualidad el resto de un ejemplar mucho más desarrollado, que algunos xpertos aseguran que sobrepasa el milenio y que está rodeado de leyendas.

Virgilio Cano puso de relieve que la región madrileña cuenta con unos árboles ejemplares, que constituyen un "auténtico tesoro" que merece ser protegido.

El consejero, que ratificó que Madrid sigue siendo la candidatura oficial del Gobierno español para la sede de la Agencia Europea de Medio Ambiente (Copenhage y Milán son las otras dos aspirantes), destacó que la preservación del entorno natural no debe basarse exclusivamete en criterios conservacionistas, sino que éstos deben ser complementados con proyectos de actuación que mejoren los espacios más deteriorados.