La intención de estas administraciones, que próximamente firmarán un convenio para llevar a cabo esta obras, es mantener el primero como "teatro ilustrado gemelo del Carlos III" y el segundo como "corral de comedias que conserva restos arquitectónicos cívicos n Europa de los siglos XVI y XVII".

Durante su comparecencia, Lissavetzky señaló que la mejor manera de evitar la desaparición de teatros en Madrid es, además de impedir sus cierres, revitalizando este sector y abriendo el campo a nuevos públicos.

El consejero se mostró favorable a convertir el teatro en "un polo de atracción para el público", y dijo que esta iniciativa, de funcionar, tiene una doble repercusión: económica y cultural.

La CAM, que según Lissavetzky gasta anualmente cerca de 1000 millones de pesetas en este tipo de tareas, destinó 191,9 millones para promocionar en 1993 actividades teatrales, cantidad superior a la de 1991 (96,5).

A esta cantidad hay que sumar los 243 millones que la CAM destinó el pasado año a sus espacios escénicos propios (Carlos III y Albéniz).

Lissavetzky se refirió también de las ayudas regionales al sector teatral, 112 millones en 1993, destinados a producción, concertación y autores y a impulsar esta actividad artística.