Ismael Díaz Yubero, director general de Agricultura, declaró a Servimedia que una buena razón para promocionar esos cultivos son los más de cinco millones de habitantes de la región, "que en un buen porcentaje demandan esos productos, ahora traídos de otras zonas".

En la actualidad, los productos biológicos consumidos por los madrileños proceden mayoritariamente de Extremadura, Cataluña y Levante, "orque la producción autóctona es bajísima. Sólo hay unos señores que tienen una explotación modelo en Camorritos, en la Sierra madrileña, al lado de Navacerrada, que produce queso, leche y yogur", puntualizó.

En opinión del alto cargo de la Administración regional, existe una demanda creciente de productos agrícolas biológicos y cada día más personas se mentalizan ecológicamente, que desean una menor presencia de contaminantes en su organismo y quieren favorecer el medio ambiente con el cultivo de prouctos biológicos.

Díaz Yubero agregó que el cultivo y uso de productos biológicos tiene, entre otras ventajas, la producción de alimentos más sanos, contamina menos el ambiente y los productos tienen un sobreprecio que hace que la rentabilidad para los agricultores sea superior.

ESTIERCOL

Para poner en marcha este proyecto, el primer paso de la Consejería de Economía consistirá en enseñar a los agricultores las técnicas de producción, que se basan en fertilizar con estiércol y no con abonos quíicos ni mediante el uso de pesticidas.

Para ello, la CAM creará una Escuela de Agricultura Biológica, todavía en proyecto, que comenzará a impartir cursos en 1993 y posiblemente estará ubicada en Aranjuez.

Después de asistir a los cursos reglados de 1.200 horas de clases teóricas, más las correspondientes prácticas de cultivo en parcelas experimentales durante un año, los agricultores de la CAM podrán comenzar a producir.

Las estimaciones de Agricultura son que cada año acudan a los cursos uos 35 alumnos, cifra que garantiza unos buenos resultados.

La CAM no sólo quiere promocionar la agricultura biológica a través de la formación, sino que además prestará ayuda a los futuros productores con medidas concretas para evitar la competencia desleal.

Mantendrá controles permanentes sobre esos productos y, mediante un sello del Consejo Regulador, garantizará la calidad de los cultivos biológicos.