Así se expresó ante los medios de comunicación en Vitoria, tras reunirse con el lehendakari Íñigo Urkullu, cuando fue preguntada sobre cómo van las negociaciones para reformar la ley del 'solo sí es sí', que ha permitido cerca de 300 rebajas de condena a violadores y una treintena de excarcelaciones.

Calviño manifestó que está en contra "de las descalificaciones, el ruido y la confrontación" y que su objetivo es "construir sobre lo que nos une", en relación con las declaraciones de las ministras de Podemos, Irene Montero e Ione Belarra, que no están dispuestas a que el consentimiento, parte esencial de la norma, desaparezca con la reforma que propone la parte socialista del Ejecutivo.

La vicepresidenta apostilló que "estamos trabajando con los distintos socios e interlocutores sociales para ver la mejor forma desde el punto de vista técnico y político" para mejorar la ley.