Así lo dijo en un desayuno informativo organizado por Europa Press en el que defendió no haber revisado ya la previsión de crecimiento del PIB por no ser partidaria de “andar subiendo y bajando” las cifras y por apostar por “pecar de prudentes”. “No le veo yo ningún beneficio a andar constantemente cambiando las previsiones”, añadió.

El Ejecutivo prevé que el PIB crezca este año un 2,1% y en el primer trimestre ya lo hizo un 0,6% en tasa intertrimestral. El Banco de España mejoró recientemente del 1,6% al 2,3% su perspectiva para el conjunto de 2023, quedando por encima de la del Gobierno.

Sobre el IPC, que el Instituto Nacional de Estadística (INE) confirmó hoy que cerró junio en el 1,9%, casi un punto y medio menos que en mayo y se desinfló hasta los niveles previos a la guerra de Ucrania, Calviño celebró que la “buena noticia” de que el IPC haya caído por debajo del 2%. También destacó la bajada de la tasa subyacente, que bajó dos décimas, hasta el 5,9%. “Tenemos que seguir en la línea de la moderación de la inflación y los alimentos”, instó, y señaló que las previsiones gubernamentales apuntan a niveles “muy inferiores” este año respecto al pasado y una continuidad de la moderación de los precios.

El Ejecutivo mantiene la bajada del IVA a los alimentos mientras la tasa subyacente esté por encima del 5,5% y Calviño señaló que se hace una valoración “rigurosa y responsable” a la hora de tomar ese tipo de decisiones que suponen 47.000 millones sumando bajadas de impuestos y ayudas al transporte.

En referencia a las propuestas del PP de cara a las elecciones generales, la vicepresidenta dijo que quieren retirar la excepción ibérica y se preguntó por el motivo si “es una red de seguridad para las empresas españolas” y criticó que quieran “abrir incertidumbres cuando en este momento lo que necesitamos es tranquilidad”.

Al ser preguntada sobre si es necesaria una nueva reforma laboral, respondió en la misma línea que es necesaria “tranquilidad” en este momento y no sería “responsable decir vamos a derogar, vamos a reabrir”. Enfatizó que fue una reforma pactada con los agentes sociales y con las instituciones europeas.

También consideró que, “sin duda”, hay margen para seguir subiendo los salarios en España dado que las empresas ya han recuperado los márgenes previos a la pandemia y “las perspectivas económicas de las empresas son muy positivas”. Apuntó a elevar “como mínimo” el acuerdo salarial pactado entre sindicatos y patronal.

Respecto a las medidas de los códigos hipotecarios, Calviño insistió en mejorarlas y recordó la propuesta lanzada la semana pasada junto al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de elevar el límite de renta a 37.800 euros anuales para poder beneficiarse de la extensión del plazo de devolución de la hipoteca de siete años y de la congelación de cuotas durante un año. “Estamos trabajando para ampliar ese código de buenas prácticas, viendo cómo va la economía, la baja morosidad y la rápida subida tipos procede absolutamente que cuanto antes aumentemos el umbral para acogerse a estas medidas”, justificó.

Sobre la remuneración de los depósitos por parte de la banca, Calviño dio por hecho que el sector lo hará, tras recordar que Competencia está investigando si la falta de remuneración se debe a una falta de competencia. Calviño señaló que si no la hay, pues “lo dijeron ellos mismos”, tendrán que “empezar a remunerar el pasivo”.