López Garrido sñaló, sin embargo, que la estrategia es equivocada porque la actual legislatura está agotada y lo que le conviene al país es un adelanto electoral, que sea compatible con una "digna" presidencia de la Unión Europea (UE).

En declaraciones en los pasillos del Congreso, el portavoz de IU insistió en que el presidente del Gobierno tiene la plena capacidad para disolver las cámaras cuando le parezca oportuno y señaló que en este caso da la impresión de que la decisión final de González dependerá "de lo quediga Jordi Pujol".

"Un presidente de Gobierno tiene que asumir siempre una responsabilidad constitucional como es la de la disolución del Parlamento y nunca puede permitir que otros grupos políticos puedan condicionar esa decisión", explicó.

En su opinión, las relaciones entre los socialistas y los nacionalistas catalanes son una especie de "pillo, pillo" para ver quién es el que al final logra imponer el calendario electoral que más le interesa.

"Esta es una cuestión", agregó, "que el Gobieno tiene con sus socios de CiU, y no es un problema que tenga con otros grupos parlamentarios. González le lanza la pelota a CiU y le encasqueta la responsabilidad de una decisión de calendario electoral, cuando, en última instancia, es él quien tiene la competencia de disolver las cámaras".