Estas son las conclusiones principales del informe patrocinado por la Fundación vinculada al PSOE sobre el "Nuevo modelo energético para España", que hoy fue presentado por Caldera en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.

El Gobierno tiene un plazo de un mes para decidir sobre la prórroga del permiso de explotación de Garoña. En el informe presentado hoy se considera que el cierre de la central es "perfectamente posible" y "no genera ningún problema" de falta de abastecimiento en la región.

Según explicó Caldera, un proyecto energético progresista sólo puede basarse en la producción renovable, mientras que la producción nuclear plantea problemas de seguridad, sostenibilidad y viabilidad económica.

En ese sentido, insistió en que las centrales nucleares españolas deben cerrarse a medida que vayan caducando las licencias de explotación concedidas para un período de 40 años, aunque contempla su cierre anticipado en caso de fallos en la seguridad y siempre que quede garantizado el abastecimiento energético.

La desaparición de las centrales nucleares debe ir acompañada de la puesta en marcha de planes económicos y de empleo para las regiones en las que estén radicadas.

El informe asegura, según explicó Caldera, que España está en una situación privilegida para convertirse en punta de lanza del desarrollo de las energías renovables y evaluó en medio billón de euros la inversión precisa para que en 2050 el cien por cien de la energía que se consuma en España sea renovable.

"Es perfectamente posible si hay voluntad política", afirmó Caldera, quien insistió en que "el modelo energétido actual es insostenible". Según sus estimaciones, el desarrollo de este sector supondrá la creación de entre 300.000 y 1.200.000 empleos y permitiría a España "acceder a un mercado potencial de 8 millones de euros".