Caldera participó en unas jornadas de debate sobre la Constitución de la Unión Europea y, en su intervención, desgranó buena parte de las medidas aprobadas por su departamento, haciendo especial hincapié en el incremento del SMI y en su compromiso de aumentarlo hasta los 600 euros mensuales al final de la legislatura.

"Y, a pesar de lo que algunos dicen, no os creáis todo lo que dicen", dijo a sus compañeros de partido. El salario mínimo "no perderá poder adquisitivo. La única diferencia de opiniones es de orden puramente formal y estoy convencido de que en el diálogo social encontraremos la forma de gestionar ese compromiso".

Caldera subrayó que ese incremento del SMI no ha tenido una trascendencia negativa sobre el crecimiento y la creación de empleo, y aseguró con rotundidad que la tendencia positiva en ese terreno proseguirá durante 2005.

El ministro expuso toda una serie de medidas sociales impulsadas por el Gobierno y concluyó que todas ellas son posibles gracias a la pertenencia de España a la Unión Europea, y que la ratificación de la Constitución Europea proporcionará a los ciudadanos mayores garantías en este ámbito, ya que los derechos en ella contenidos pueden ser reclamados, incluso ante tribunales, en caso de considerarlos vulnerados.

Entre las medidas expuestas, Caldera prestó una especial atención a la reciente presentación del Libro Blanco de la Dependencia, al que se refirió como primer paso para asentar "un nuevo pilar del Estado del bienestar" que permita ofrecer servicios profesionalizados de atención a todos los que necesiten ayuda para desarrollar sus tareas cotidianas.

Esa atención, aseguró Caldera, será universal, llegará a todos los que la necesiten en función de sus demandas, y será sufragada según el nivel de renta del demandante, cubriendo el Estado las prestaciones que no puedan ser abonadas por escasez de recursos.