En rueda de prensa, Caldera reconoció que "el paro ha subido mucho" y añadió que "este es el peor resultado de la serie histórica", es decir, desde 1997. Sumado al mal comportamiento de las afiliaciones a la seguridad social, los datos de trabajo en enero son "claramente negativos", aunque "esperados".

Caldera sostuvo que, a pesar de todo, la economía española sigue creciendo, al igual que la productividad, por lo que será capaz de absorber estos "temporales".

"No le quiero quitar hierro" a los datos, "pero esta legislatura ha sido excepcional en creación de empleo". "En estos momentos hay más gente que nunca trabajando en España", dijo el ministro. Sin embargo, "no vamos a poder evitar el catastrofismo de algunos", añadió.

Según Caldera, lo que ha ocurrido en enero es un "ajuste rápido, concentrado en pocas actividades -las del sector inmobiliario- y limitado en el tiempo". Se trata de "datos coyunturales y transitorios".

Explicó que el sector inmobiliario es el que concentra este aumento del desempleo, especialmente los servicios ligados a la actividad inmobiliaria (administrativos, gestores, comerciales, etcétera).

El ministro confió, además, en que esta situación se supere lo antes posible y que, ya en febrero, los datos no sean "tan malos", empezando a "volver a ua senda de normalidad".

"Estamos muy lejos de una situación de estancamiento o desaceleración, como la que vive Estados Unidos", si bien las circunstancias extremas que vive esta economía "lastran la situación económica" de España.

PLAN DE RECOLOCACIÓN

Caldera mantuvo que "el Gobierno está aquí para asumir su responsabilidad. No nos vamos de vacaciones". Por ello, y para hacer frente a este aumento del desempleo, Caldera anunció un nuevo plan para recolocar a los parados, especialmente centrado en los trabajadores de la construcción y el sector inmobiliario. "Para eso hemos ahorrado; para eso tenemos dinero", agregó el ministro.

El objetivo del Gobierno es que este programa, con cargo a las políticas activas de empleo, sea aprobado antes de las elecciones generales. Caldera confió en que el plan se ponga en marcha, gane quien gane el 9 de marzo.

El Gobierno se reunirá con los interlocutores sociales para diseñar itinerarios de reinserción profesional. Se acordarán programas de recualificación de los trabajadores y políticas activas de reinserción laboral, de modo personalizado a las características y formación de cada trabajador.

Otros factores que contribuirán a esta recolocación de trabajadores son el aumento de licitación de construcción pública previsto por el Gobirno y la reactivación de la vivienda pública.

Caldera también auguró un aumento del consumo en el próximo mes, ligado a la "inyección" que recibirán las economías domésticas con la actualización de las cláusulas de revisión salarial (que suponen 3.000 millones de euros) y la de las pensiones (2.000 millones). Si el PSOE gana las elecciones, a esta cifra habría que sumar otros 5.000 euros, de las deducciones en el IRPF de 400 euros, prometidas por el presidente José Luis Rodríguez Zapatero.

"Este año, las familias van a recibir una inyección de 10.000 millones de euros para mantener las tasas de crecimiento", concluyó.