Según informó hoy la entidad financiera, la emisión se colocó entre inversores institucionales, sobre todo del sector bancario, que adquirió un 52% de la emisión, seguido de fondos de inversión (29%), bancos centrales (12%) y compañías de seguros (5%).

Por nacionalidades, los inversores alemanes acapararon el 34% de la inversión, seguidos por los españoles (15%), países nórdicos (14%), Gran Bretaña e Irlanda (10%).

La caja de ahorros consideró que el "éxito" de la operación se debe a la fijación de un plazo de emisión de siete años, en lugar de los cinco habituales, lo que generó una demanda de 3.300 millones de euros, el doble de la emisión inicialmente prevista.

Además, destacó la estrategia de "precios abiertos" en la que la entidad dejó qu fueran los inversores y las relaciones con los mismos las que fijaran finalmente el precio, en lugar de una estrategia de ofertas competitivas.

"Los cuatro colocadores de esta emisión (Caja Madrid, ABN Amro, HVB y Morgan Stanley) han obtenido un éxito importante y relanzado el mercado, después de la pobre acogida que han tenido otras recientes operaciones de cédulas realizadas por la gran banca española. Su éxito debería suponer una vuelta de confianza de los inversores hacia este producto", concluyeCaja Madrid.