Estos bonos fueron adquiridos en 2004 como cobertura ante posibles reducciones de tipos de interés a largo plazo y no como inversión financiera, explicaron desde la entidad.

La caja vasca señala que la actual situación del banco matriz conlleva una dotación por esas posiciones de 40,7 millones de euros, que debido a la "amplia cobertura" que mantiene la entidad en sus fondos de insolvencia, "va a afectar a la cuenta de resultados de la entidad del presente ejercicio en una cuantía sensiblemente inferior a la señalada".

En cualquier caso, agrega, "en estos momentos es difícil estimar con exactitud el porcentaje de recuperabilidad de la deuda".

Caja Laboral quiso dejar claro que "no existe más exposición a Lehman Brothers en ningún otro instrumento financiero, por lo que ninguno de nuestros clientes se verá afectado".

La entidad recuerda que mantiene un ratio de solvencia calculado en base a los criterios establecidos por el Banco de España del 11,56%, superando "claramente" el 8% exigido por el regulador, y asegura que "tras esta situación estos ratios no se verán prácticamente afectados".

Por otra parte, la caja indica que "presenta una situación excedentaria en liquidez con una posición prestamista en el mercado interbancario, y estima que no va a necesitar liquidez adicional ni recurrir al Banco Central Europeo en el 2008 ni en el 2009".

Respecto a la rentabilidad sobre activos totales, destaca que Caja Laboral "ha presentado tradicionalmente una destacada posición y concretamente en el ranking de entidades financieras españolas de 2007 ocupaba, según fuentes especializadas, la octava posición".