Así se desprende de su informe mensual correspondiente al mes de octubre publicado este miércoles y consultado por Servimedia. CaixaBank ya revisó sus estimaciones en el informe del mes pasado y entonces subió tres décimas el crecimiento del PIB de este año, hasta el 2,3%, y bajó en una décima el de 2024, hasta el 1,7%. Ahora, vuelve a revisar el avance de la economía española en el mismo sentido, al alza este año y a la baja el próximo, y para 2025 apunta a un 2%. De cara a los próximos dos trimestres, CaixaBank espera que el PIB crezca a tasas modestas que rondarán el 0,3% intertrimestral.

En el editorial recogido en el informe, el director de Economía Española del servicio de estudios, Oriol Aspachs, justifica los cambios en que la economía española “sorprendió” en la primera mitad del año “al acelerar el ritmo de creación de empleo” y la última revisión del PIB para el periodo 2020-2022 acometida por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que mejoró en nueve décimas el crecimiento de 2021 y en tres décimas el de 2022, “ha reafirmado esta valoración positiva”. “Ello nos lleva a revisar ligeramente al alza el crecimiento previsto para el conjunto del año, hasta el 2,4%”, explica Aspachs.

Sin embargo, puntualiza que, para el segundo semestre, está cambiando el “tono” y se registra un menor ritmo de creación de empleo, deterioro de la confianza empresarial y menor empuje del consumo de las familias. “Todo apunta a que esta debilidad perdurará durante el tramo final del año y los primeros compases de 2024, pero sin provocar una situación recesiva”, aclara.

Indica que el primer paso para que la economía española empiece a recuperar “cierto brío” vendrá condicionado por el curso de la inflación y “se podrá dar cuando haya señales convincentes de que las presiones subyacentes se desvanecen, tanto en España como en el conjunto de la eurozona”. El siguiente paso procede del Banco Central Europeo (BCE), “cuando recoja el guante y empiece a permitir una distensión de las condiciones financieras”. Todo esto se espera que suceda en la segunda mitad del próximo año, motivo por el que se ha revisado a la baja el crecimiento para 2024.

PIB, INFLACIÓN Y EMPLEO

Por agregados en el PIB, el consumo de los hogares avanzará un 1,6% este año y un 1,4% el próximo, frente al 0,5% y el 2%, respectivamente, del informe anterior. El consumo de las administraciones públicas también avanzará a mayor ritmo este año, un 2,4%, y mantendrá el del próximo en un 1,3%.

En cuanto al comercio exterior, las exportaciones se relajarán desde el 3,1% al 2,9% para este año, y mejorarán ligeramente en 2024, desde el 0,3% previsto anteriormente al 0,4% de ahora.

La inflación se mantendrá en 2024 en promedio anual en costas similares a las de este año. En concreto, espera un 3,7% para este ejercicio y un 3,6% para el próximo. Esto se debe al impacto de la retirada, que se espera que tenga lugar a principios de 2024, de las medidas fiscales que se implementaron para hacer frente al aumento de precios de la energía y los alimentos (IVA de electricidad y alimentos y bonificación del transporte público). “La retirada de estas medidas estimamos que añadirán alrededor de un punto porcentual a la inflación general durante el 2024”, al tiempo que la inflación subyacente, que descuenta la energía y los alimentos no procesados, se moderará del 6,1% promedio para este año al 3,1% para el que viene.

Respecto al empleo, el ritmo de creación de puestos de trabajo mejora tanto para este año como para el próximo y se espera que crezca un 2,2% en 2023 y un 1,4% en 2024. A su vez, la tasa de paro bajará con más fuerza en este ejercicio, hasta el 12,1%, y se mantendrá en el 11,8% el que viene. El déficit público mejorará en una décima y se situará en el 4,2% del PIB este año, y empeorará en otra décima en 2024, y alcanzará el 3,5%.