Así lo indicó este viernes el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, en la rueda de prensa para exponer los detalles de los resultados de la entidad, que ganó 5.226 millones de euros en 2021, frente a los 1.381 millones de 2020, tras incorporar los extraordinarios de la fusión con Bankia.

Gortázar señaló que a 1 de enero de 2022 ya habían salido aproximadamente unas 4.000 personas, en torno al 60%, y se espera que se añadan unas 500 personas más hasta marzo. Se prevé que la mayor parte se ejecute en la primera mitad del año y que queden aún algunos trabajadores durante 2022.

Valoró que el plan de bajas, que alcanza a 6.452 personas, “avanza bien”, y recordó que todas han sido voluntarias y que hubo sobresuscripción.

El ERE fue acordado con los sindicatos el pasado mes de julio, con una afectación al 14,5% de la plantilla, y las primeras salidas comenzaron el pasado mes de noviembre.