Así consta en un artículo sobre la evolución del consumo en el segundo trimestre donde se apunta que el indicador de CaixaBank estima un crecimiento del consumo nominal del 3% intertrimestral, que en términos reales queda en el 2,2%, “en línea” con otros indicadores sobre el comportamiento del gasto en mayo.

CaixaBank aclara que los datos internos que maneja “mostraban un mayor crecimiento del consumo real (3,4%) en el promedio de abril y mayo”, con lo que concluye que el consumo “se ralentizó durante el mes de junio” para cerrar el trimestre en el 2,2% previsto.

El servicio de estudios del banco destaca que este indicador vuelve a crecer después de conocerse datos positivos como que las ventas minoristas en términos reales avanzaron un 2,6% entre abril y mayo, las ventas interiores de grandes empresas crecieron un 4,6% y las matriculaciones de automóviles repuntaron con fuerza un 26,5%, frente a las caídas registradas en cada caso en el primer trimestre.

De cara al conjunto de este año, prevé que el consumo se eleve un 1,5% en términos reales. El comportamiento estará determinado, por un lado, de las presiones inflacionistas, la subida de los tipos de interés y la incertidumbre asociada a la situación económica que “es probable que sigan haciendo mella en la confianza de los consumidores”.

Por otro lado, destaca las perspectivas de una campaña turística de verano “muy positiva” con los consumidores “dispuestos a deshacer parte del ahorro embalsado debido a las restricciones”.