La caja considera "sólido" el beneficio, "dadas las fuertes provisiones realizadas con carácter extraordinario, más allá de las estrictamente exigibles".

Otro aspecto que ha incidido en una reducción del beneficio es que en el ejercicio anterior se obtuvieron unas plusvalías extraordinarias de 314 millones por la venta de Riofisa.

El margen de intermediación de la caja creció un 8,7%, hasta los 636,7 millones de euros. Por su parte, el ordinario alcanzó los 1.473,9 millones de euros, tras crecer un 61,1%, y el de explotación se situó en 974,4 millones, un 105,8% más.

En concreto, los ingresos por comisiones alcanzaron los 254,8 millones de euros entre enero y septiembre, un 6,6% más que en el mismo periodo del año anterior.

Mientras, la tasa de morosidad subió hasta el 4,29%, frente al 2,5% en que se situó a cierre del segundo trimestre. La tasa del tercer trimestre incluye la clasificación como activo dudoso del riesgo crediticio de la inmobiliaria Martinsa-Fadesa.

Esta nueva morosidad, explican, está centrada en activos con garantía real que, aunque siguiendo la normativa contable se provisiona en su totalidad, posteriormente se produce una importante recuperación, ya que los activos siempre mantienen valor.

Desde la entidad catalana indicaron que ante el contexto de incremento de morosidad y "atendiendo a criterios de elevada prudencia", se han incrementado las provisiones para insolvencias totales hasta 480,9 millones de euros.