Durante su comparecencia en el Congreso ante la Comisión de Control de RTVE, Caffarel acusó a los sindicatos de haberse instalado en una actitud de "inmovilismo" y de desdén al diálogo frente a un plan que busca erradicar del grupo público "el despilfarro, el gasto improductivo y la irracionalidad".

"La posición de bloqueo de los sindicatos obedece a una resistencia al cambio inexplicable, que se sitúa al margen de la historia y de las nuevas necesidades de la sociedad", señaló.

Para la directora general, las organizaciones sindicales "piensan en una realidad inexistente" y actúan en sus planteamientos en aspectos como la continuidad de la emisora catalana Radio 4 como si hoy no hubiera radiotelevisiones autonómicas o como si el mapa audiovisual no hubiera cmabiado profundamente.

Caffarel exhortó a los sindicatos a que abandonen su "actitud absolutamente cerrada" y acudan a la mesa de negociación "con propuestas realistas cuanto antes".

A su juicio, deben tener claro que no pueden pretender "bajo ningún concepto" decidir el futuro modelo de radiotelevisión pública, del mismo modo que los funcionarios de policía o de sanidad no definen el servicio público de seguridad o salud, porque "eso corresponde a los representantes de la voluntad popular".

"El tiempo de la demagogia se acaba", avisó Caffarel. "Es necesario asumir actitudes responsables y acabar con posiciones que muestran a los sindicatos, no en el papel de representantes de los trabajadores del grupo, sino en el de partidos políticos".

Remarcó que la disposición negociadora de la SEPI y de la dirección del ente es "plena", "pero también digo que los plazos no son eternos". "Es imprescindible que modifiquen su posición". La portavoz del PP, Macarena Montesinos, dijo que Caffarel ya no se contenta con atacar al PP y ahora "también sacude a los sindicatos" con una "sarta de descalificaciones", sólo porque les están transmitiendo algo de sentido común, que es que "no se debe empezar la casa por el tejado, y que habría que presentar primero un nuevo modelo de televisión pública y luego el plan de saneamiento".

Para los populares, las promesas de la directora general de mejorar la gestión no tienen credibilidad, porque pretende recortar la plantilla de RTVE en más de la mitad, y al mismo tiempo "están haciendo estos días contratos por obra".

Durante la comparecencia, varios grupos de la oposición volvieron a pedir a la responsable de RTVE que reconsidere su pretensión de cerrar la emisora Radio 4.