A través de un comunicado, la Policía informó de que los arrestados, que estaban asentados en Cataluña, realizaban contravigilancias, utilizaban coches de seguridad y empleaban gran cantidad de teléfonos móviles para no ser detectados.

Además, los detenidos cambiaban con mucha frecuencia de vehículo y de domicilio. Esta precaución les llevó a trasladarse al municipio catalán de Cerdanyola y a alquilar en un día tres viviendas en diferentes puntos de la ciudad.

La investigación contra esta banda se inició en el mes de febrero en Sabadell. Los agentes detectaron a un grupo de ciudadanos de origen magrebí que aparentemente se dedicaba a la compraventa de vehículos de importación.

VIAJES A ANDALUCÍA

Las gestiones realizadas pusieron de manifiesto que operaban desde una vivienda de la citada localidad y que presuntamente se dedicaban al tráfico de hachís a gran escala.

Los agentes consiguieron identificar al cabecilla del grupo y averiguaron que realizaban constantes viajes al sur de España (Almería, Sevilla o Cádiz) y a la costa levantina (Castellón) relacionados con la introducción del hachís en España. Allí recogían el estupefaciente y lo llevaban hasta Cataluña a bordo de vehículos con placas de matrícula falsas.

Tras ser localizados, los seis integrantes del grupo fueron detenidos. Se han registrado cuatro locales-garajes y cinco viviendas en Cerdanyola. En estos inmuebles se han intervenido 426 kilogramos de hachís, en tabletas de 100 gramos, con diferentes anagramas impresos.