Según informó el Instituto Armado en un comunicado, la investigación se inició el pasado agosto, cuando agentes de la Guardia Civil de Murcia averiguaron que un conocido delincuente, vecino del municipio murciano de Las Torres de Cotillas, había comprado un viejo semirremolque cisterna. Su historial delictivo hizo sospechar que el vehículo podría estar destinado al transporte de droga.

Las vigilancias de este vehículo llevaron a los agentes hasta el municipio granadino de Motril, donde detectaron cómo era cargado con una simbólica cantidad de melazas de caña de azúcar, de las empleadas como abono orgánico, para después continuar su ruta hacia las Islas Canarias.

Realizando la ruta marítima con parada en Lanzarote, el camión llegó a Fuerteventura, donde lo esperaban varios individuos, uno de los cuales fue reconocido por los agentes como un experimentado delincuente, también vecino de Las Torres de Cotillas, especializado en la fabricación de dobles fondos en vehículos. Este sospechoso había establecido en la isla una empresa ‘pantalla’ para dar cobertura legal a los envíos de droga bajo la apariencia de una empresa de productos hortofrutícolas.

Después de varias horas de entrevista con sus compinches, el conductor del camión cisterna circuló hasta un barranco donde vertió la carga de melaza para dirigirse, a continuación, hasta una nave industrial ubicada en Antigua. Al día siguiente, el vehículo inició su ruta para abandonar las islas, momento en el que fue interceptado.

El examen del camión culminó con la localización de 1.600 kilos de hachís procedentes del norte de África, ocultos bajo un sofisticado doble fondo de gran capacidad. La fase final de la operación llevó a la detención de cinco españoles y un albanés, que fueron acusados de presuntos delitos contra la salud pública, tráfico de droga, y pertenencia a organización criminal.