El Instituto Armado informó de que a los arrestados se les imputan los delitos de asociación ilícita, falsificación de documentos y delitos contra la propiedad. Además, se han incautado vehículos y bienes valorados en unos 26 millones de euros.

Las investigaciones se iniciaron a raíz de informaciones recibidas y del los análisis de la documentación intervenida a otros grupos desmantelados en otras operaciones desarrolladas en la Costa del Sol.

La organización desarticulada, con el apoyo de un grupo de porteros de discotecas y de propietarios de locales de copas de la provincia de Málaga, contactaba con personas del mundo de la noche para ofrecerles vehículos de alta gama.

PORTEROS DE DISCOTECA

Cuando los clientes les encargaban un vehículo, la red lo sustraía con arreglo a la marca y modelo que le habían solicitado.

Posteriormente, los vehículos eran trasladados a almacenes o garajes para ser maquillados (falsificación de matrículas, cambio de números de bastidor, etc). Para ello, contaban con la colaboración de empresas dedicadas a la compraventa de vehículos, que les entregaban matrículas y documentación de vehículos de idénticas características a los sustraídos, consiguiendo así la organización darle cobertura legal.

Estas sociedades obtenían la documentación necesaria para la legalización de los vehículos simulando su importación y, una vez legalizados, eran vendidos a consumidores a través de los porteros de discoteca.

Los vehículos tenían dos destinos posibles. La primera opción era declararlos como siniestrados, después de haberlos incendiado, para cobrar las indemnizaciones del seguro.

Una segunda opción era venderlos a otros países y denunciar posteriormente su robo, consiguiendo así un doble beneficio, por la venta del vehículo en el extranjero y por cobrar la indemnización del seguro que previamente habían contratado.