Así consta en la Memoria 2005 de la Agencia Tributaria, difundida hoy por este organismo, que revela, además, que el 8,5% de los consultados considera regular el trato recibido, y el 8,6% se declara insatisfecho o muy insatisfecho.

Aunque las cifras de satisfacción son altas, han caído en los últimos años. En concreto, en 2002 el número de personas contentas con el trato dispensado por Hacienda era del 82,9%; llegó al 85,5% en 2003, y retrocedió al 82,8% en 2004. En 2005 dio otro paso a la baja, hasta el citado 82,5%.

Por el contrario, va al alza la cifra de personas insatisfechas, que ha pasado del 7,3% de 2003 al 8,6% registrado en 2005.

Sin embargo, un 54,8% de los encuestados considera que ha mejorado el trato recibido por parte de la Agencia Tributaria, frente a un 31,6% que sostiene que sigue igual y un 1,9% que dice que ha empeorado.

Otro dato que evoluciona en negativo es el de la opinión que se tiene del servicio de información y atención al contribuyente, que es buena para el 69,3% de los encuestados, igual que en 2004 pero casi cuatro puntos menos que en 2003, y mala para el 6%, un punto más que el pasado año y en línea con el 6,1% de hace dos ejercicios.

Los servicios de la Agencia Tributaria reciben una valoración positiva del 85% de los consultados, mientras un 15% tiene una opinión negativa. En una escala de 1 a 4, la nota es de 2,9, igual que en 2003 y 2004.

Los contribuyentes destacan, sobre todo, la preparación técnica de los trabajadores de la Agencia Tributaria, más que su trato correcto, la imparcialidad y la preocupación por los problemas del ciudadano.