En cifras absolutas, el ministerio estima que durante el citado periodo se consumieron 843 millones de litros, 363 de ellos dentro de los hogares y 480 en bares, cafeterías, hoteles e instituciones.

En ambos canales de distribución, la mayor parte del consumo sigue correspondindo al vino de mesa (2/3 del total de vino consumido en España), cuya caída durante los tres primeros trimestres del año fue del 2,7%.

Le sigue en importancia el vino con denominación de origen (D.O.) (un 26% del total), con 217,85 millones de litros vendidos y una caída del 6% con respecto al mismo periodo del año anterior. Los espumosos y cavas, por su parte, suponen un 2,4% del total y experimentaron un crecimiento del 1,1%. Otros vinos crecieron un 9,5%.

El consumo de vino de mesa mantiene po tanto su carrera descendente, mientras el vino con D.O. experimentó una caída del 6% debido al menor consumo en hostelería (-10%), ya que en los hogares se registró un crecimiento del 5,4%.