Durante el pasado ejercicio, la cadena, que ya cuenta con una veintena de establecimientos en Madrid, Barcelona, Sevilla y Valencia, alcanzó unos ingresos de 12 millones de euros y un resultado bruto de explotación de 1,8 millones.

En el primer trimestre de este año, Workcenter registró unos ingresos de 3,5 millones, un 22,5% más que en el mismo periodo de 2005.

La previsión para este ejercicio es, según señaló Senillosa, alcanzar los 15,5 millones de euros de ingresos, lo que supondría un 29% más que en el pasado ejercicio.

"Ésta es la primera parte de una fase de crecimiento que nos llevará a facturar unos 20 millones de euros en 2008", indicó Senillosa, quien explicó que será ese momento cuando la compañía espera dar el salta internacional y operar en capitales europeas como Berlín, Paris o Bruselas.

En el último año, la compañía ha duplicado sus puntos de venta, con la apertura de nueve establecimientos sólo en cinco meses. Además, a lo largo del presente ejercicio está previsto inaugure otros tres.

El núcleo del negocio de Workcenter lo constituyen las pymes, los profesionales autónomos y los particulares, que suponen el 70% del volumen del negocio. A este tipo de empresas se prestan no sólo servicios de impresión, sino también embalaje, envío de paquetería y suministro de papelería.

El resto, lo ocupan los trabajos que se realizan para grandes empresas como por ejemplo el Grupo Santander, con quien firmo un importante contrato en año pasado por el que se encarga de los servicios de reprografía y gestión documental de la Ciudad Financiera de Boadilla.